Es frecuente que en nuestra práctica deportiva podamos sufrir accidentes imprevisibles y sorpresivos como caídas, fracturas, torceduras, inflamación muscular, heridas abiertas entre otras. Es por esto que tenemos que conocer qué hacer en casos cuando se presenten.
Los primeros auxilios son el conjunto de actuaciones que le podemos proporcionar a una persona accidentada hasta que llega la asistencia médica profesional.
Tener los conocimientos necesarios y básicos sobre primeros auxilios nos permite reconocer cuando hay una emergencia en el deportista. Puede que nuestra intención de ayudar sea buena, pero si vamos a correr un riesgo o existe la posibilidad de poner en riesgo a la persona que vamos a ayudar es mejor no actuar.
La actitud que debemos de tener frente a un accidente debe de cumplir los siguientes requisitos de actuación:
- Tranquilizar al accidentado
- Apartar a los curiosos
- Reconocer cuántos heridos hay
- Prevenir la aparición de nuevos accidentes protegiendo la zona donde está tirada la persona, indicando la zona del accidente así evitamos los riesgos alrededor
- Avisar a los servicios públicos de emergencia
- No mover al accidentado a menos de que sea imprescindible
- No dar al herido comidas ni bebidas hasta que haya pasado el peligro
- Mantener al herido caliente
En caso de haber más de 1 herido priorizar, primero a actuar sobre el o los pacientes que presenten algún cuadro de asfixia, luego actuar sobre el o los pacientes que presenten algún cuadro de hemorragia, fracturas y por último las heridas no hemorrágicas.
Observamos el estado del accidentado con la inspección general iniciando con la respiración que es la prioridad, evaluamos la circulación que nos habla de su estado cardiovascular tomando el pulso, coloración y temperatura de la piel.
Si hay hemorragias aplicar presión directa hasta que haya llegado el personal de salud entrenado con los equipos necesarios. El estado neurológico podemos evaluarlo con una simple pregunta al accidentado ¿Qué te pasó? ¿Dónde le duele? En caso de no estar despierto evaluar si responde a estímulos dolorosos o no.
Una correcta evaluación del accidentado permite que se agilice la ayuda al contactar el personal de salud profesional ya que nos irán orientando en que hacer hasta que lleguen a la escena.
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