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Montar Bici en dias lluviosos

Para ir en bicicleta con lluvia, usar capa o impermeable o recurrir al casco y guantes son consejos imprescindibles para moverse en este medio de transporte. En este post te contamos todas las claves para ir en bici con lluvia: cómo prepararse antes de salir, algunos consejos para circular y cómo evitar las caídas y los charcos peligrosos.

Ponte ropa impermeable ¡y unos buenos guantes!

Si se tiene la intención de coger la bici un día lluvioso, habrá que llevar un impermeable que resguarde lo más posible, o una capa o poncho. Algunos están diseñados de forma específica para las bicicletas y son más largos por detrás para cubrir bien la espalda incluso cuando se inclina el cuerpo. Si se llevan de colores fuertes, mucho mejor porque así se podrá distinguir bien al conductor.

Usa Guardalodos

Si tu bicicleta no lo tiene, usa un guardalodo de quita y pon. Muy útiles para esta época del año, donde unos días llueve y otros no. Y podemos quitarlo y ponerlo sin problema.

Usa Accesorios de lluvia para el casco o la cabeza

Algunos de los elementos que más nos pueden ayudar a que la lluvia no sea excesivamente incómoda son las gorras ciclistas, bragas o pañuelos tubulares y las carcasas de los cascos. Los pañuelos tubulares sirven, además de para proteger el cuello, para ponérnoslos en la cabeza y cubriendo las orejas en las primeras horas y combatir el frío. Incluso nos protegerán de los primeros instantes de lluvia.

Las gorras ciclistas no sólo son una reminiscencia del ciclismo clásico, sino que, puestas debajo del casco, además de protegernos del aire o las bajas temperaturas, evitan que la lluvia nos gotee a los ojos gracias a la visera.

Aunque no haga sol, no hay que olvidarse de las gafas

Las gafas son un accesorio que nos deben acompañar siempre. No sólo porque nos protejan del sol (puede que el día amanezca cubierto pero luego despeje`), sino porque nos protegen los ojos de que nos entren insectos o suciedad e incluso de las gotas de lluvia. También evitan el lagrimeo provocado por el aire, tanto si sopla como si ganamos velocidad rodando en llano o en zonas de descenso.

Hazte (aún más) visible

Todos somos conscientes de que en los días lluviosos disminuye la visibilidad. Por eso, más que ningún otro día, en estas circunstancias es imprescindible tener luces delanteras y traseras. Si se tiene la oportunidad de llevarlas también en el casco y usar un chaleco reflectante, mejor aún: cuanto más visible seas, más seguro estarás.

Recuerda que cuanto más nos vean en bici el resto de vehículos y peatones mucho mejor. Así que te recomendamos que lleves al menos una luz delantera y una trasera.

Cuidado con los charcos y las manchas de aceite

Los charcos son incómodos.. ¡y pueden ser peligrosos! No se sabe su profundidad, ni qué puede haber debajo. De ahí que convenga pasarlos a velocidad muy baja o rodearlos con mucho cuidado, y siempre atentos a que no haya otros vehículos cerca que puedan dar un golpe al conductor al hacer esta maniobra.

Las manchas de aceite son también muy peligrosas y resbaladizas, por lo que hay que tratar de evitarlas. Nunca se debe frenar en ellas, pues es probable acabar en el suelo.

Conduce con mucho más cuidado

Ve más despacio, no es necesario correr ni hacer carreras. Con el suelo mojado se reduce la adherencia de las ruedas, es mucho más fácil perder el equilibrio y que la bicicleta vaya al suelo. Toma las curvas despacio y de manera perpendicular para no inclinar demasiado la bicicleta.

Por último. Si llueve mucho, mucho, mucho, te recomendamos que pares un momento y te pongas a cubierto hasta que caiga menos agua.

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